También en Australia
se escriben libros. El Proyecto Esposa‘ de Graeme Simsion publicado por
primera vez al principio de 2013 ha tenido un éxito mundial y se ha traducido a
más de treinta y cinco idiomas. Ojeando las recensiones se nota que casi todas
son positivas y que sus autores se deleitaron con la lectura. Enfatizan que es la
primera novela del escritor del que se espera mucho en el futuro.
No tenía más
información cuando incluí el título en mi lista de propuestas para la tertulia
de septiembre. Después de leer la novela no me siento decepcionado y puedo
decir que yo también he disfrutado la lectura y me he reído en muchas ocasiones
con las situaciones absurdas y con los esfuerzos estrambóticos del protagonista para
solucionar los problemas de su vida. No he visto mucho de la serie americana
‘The Big Bang Theory’ , porque no me gustan las series con la risa del público
incorporadas, pero sé que el humor, la gracia en los diálogos se parece. El
personaje Dr.Dr. Sheldon Lee Cooper es el más parecido a Don Tillman, el
protagonista en esta novela.
Al principio pensaba
que el tema de la novela se centraba en una persona con el síndrome Asperger y
sus problemas, pero ya a partir del primer encuentro con Rosie se sabe que es
una novela de amor. El título en inglés, ‘The Rosie Project’, lo indica
claramente y añade el único problema para el desenlace feliz, la condición del
protagonista. Me di cuenta de que no podía esperar grandes pensamientos o
reflexiones del libro y me propuse simplemente gozar de la lectura como con las
previsibles novelas policíacas o de suspense en las que al final casi siempre atrapan
al malo. De las historias de amor se sabe que terminan normalmente con el feliz
encuentro de los amantes, y el lector lo anhela y se alegra por los obstáculas
superados.
El único tema de
cierta trascendencia en la novela podría ser el trato del síndrome de Asperger.
Simsion no lo describe como una enfermedad, sino como otra forma de ser, de
existir. Y, lo más importante, Rosie quiere a Don aceptando su manera distinta
de ver el mundo y ella interpreta sus esfuerzos de eliminar los rasgos más robóticos
de su vida como muestras de su amor hacia ella. Pero Don también le gusta por
su ser diferente, por su falta de habilidades sociales. Dos ejemplos entre
muchos para esto: Cuando Don dice “Pero entender lo que desean los demás no es
mi fuerte” contesta ella: “Dime algo que no sepa”. El se lo piensa rápido y
explica: “Hmm… Los testículos de abejorro y de la araña tigre estallan durante
la cópula.” Rosie se echa a reír y al final
le acompaña: “No puedo permitirme ir a Nueva York, pero tú no estás seguro
solo.” (p. 186). El segundo ejemplo está ya más cerca del ‘Happy End’. Don
intenta cambiar su conducta con lo que aprendió de las películas de amor, pero
ella no está contenta con este giro. Dice: “Dame un minuto para pensar” y
empieza a reírse cuando ve que él automáticamente pone el cronómetro de su
reloj.
En este contexto se
puede encontrar un mensaje escondido del autor Graeme Simsion. A Rosie le gusta
el protagonista porque es divertido, es inteligente y desarrolla habilidades
muy de prisa como lo de los cócteles y de bailar. Con él nunca sabe cómo
acabará la conversación o el día y la vida se hace una aventura. Lo más
importante: Por su forma de ser siempre es sincero y no sabe aparentar. Cuando
él se da cuenta de que Rosie es la mujer de su vida, moviliza toda su
existencia para convencerla de que el amor es recíproco, de que él también
puede amar.
El autor cuenta toda
la historia por la perspectiva de Don Tillman, en primera persona. Esto obliga
al lector a ponerse en su lugar, a entender su lógica y su manera de vivir.
Acabamos comprendiendo que el protagonista con todos sus defectos es un
personaje extraordinario y simpático hasta adorable y ser o pensar distinto a
veces es una ventaja en nuestra vida.
Stefan, Las Palmas de G.C. 24 de septiembre de 2014
Stefan, Las Palmas de G.C. 24 de septiembre de 2014
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