martes, 5 de julio de 2011

La Casa de Cristal


Reunión a celebrar el martes día 13 de septiembre de 2011

Introducción a corgo de Santi.

Estamos ante la historia de una casa, no de una familia, no de una guerra, no de un exilio, no de una postgerra....Simplemente la historia de una casa. Si bien hay que decir, que la casa Landauer, se nos presenta desde un primer momento como algo especial, una casa que les daba la oportunidad a sus habitantes vivir de una manera totalmente nueva, una casa a medio camino entre un hogar y una nave industrial, una casa que rompe con todos los modos de habitar que había hasta entonces: en pleno contacto con la naturaleza, en espacios luminosos y amplios, en espacios modernos y funcionales... en una máquina de habitar de acuerdo con los avances tecnológicos de principio de siglo. Un punto y aparte.


Es esta característica implícita en el propio germen de la casa la que posibilita la mayoría de las historias que en ella suceden, directa o indirectamente, ya que los personajes que por ella pasan se caracterizan por la amplitud de miras, por lo moderno de sus hábitos, por ser hijos de la revolución industrial, abiertos a cambios.


Así con esta premisa de "casa moderna para gente moderna" y con la segunda guerra mundial de fondo, el autor nos va contando las historias (algunas inconclusas e inconexas) que en la casa suceden y como ésta se convierte en punto en común de los diferentes personajes y de las diferentes épocas de las que se habla.


Las descripciones de la ciudad, de la calle, de los jardines y de la casa, sin entrar en tecnicismos que habrían dificultado la lectura, nos muestran de manera fiable la atmósfera de la casa, nos ayudan a la experiencia de vivirla, de poder sentirla....su alma. En cuanto a los personajes, a priori, todos secundarios (recordar que el personaje principal es la casa) y presentados de forma coral, en el que todos tienen su momento pero que ninguno es constante a lo largo del libro (Hana ¿quizás?). Decir que hay una clara descompensación entre los masculinos y los femeninos. Ellos planos, ( a veces ridículos como el arqutecto) y siempre a la sombra de ellas (sobrecualificadas en exceso).


Se trata de un libro de fácil lectura, entreternio y en el que el autor apueba (justo, justo) la apuesta de haber cambiado al protagonista de persona a objeto.....un objeto maravilloso









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Viajes con Heródoto

Reunión celebrada el 5 de julio de 2011. Introducción Paqui.


En "Viajes con Heródoto" Kapuscinski nos cuenta las vivencias, aventuras y costumbres de los lugares que visita como reportero de un periódico de Polonia. La redactora del periódico sabía que él quería salir de su país y poder visitar otros lugares, por lo que le regló el libro "Historia" de Heródoto que le acompañaría a lo largo de sus estancias en distintos países.


El primer país que visita es la India. De ahí me llega y conmueve desde la miseria más absoluta de gente anónima hasta los detalles de personajes concretos, como la anciana que llevaba en las manos un cuenco con un puñado de arroz y al tropezar con ella un joven y caérsele el cuenco con el arroz vio como un grupo de niños hambrientos se arrojan al suelo en búsqueda de unos míseros granos de arroz, sucios y con fango perdidos entre las piernas de los transeúntes que huían de un fuerte aguacero quedando la anciana inmóvil, de pie, y con las manos vacías.


Nos trasmite como se da cuenta del desconocimiento qeu tiene del país, de su lengua, y la dificultad que eso le lleva a no poder comunicarse como sería su deseo. Como las costumbres, creencias y mentalidad de una sociedad con una vida tan diferente haga que tenga que adentrarse en el país para poder descubrirlo y así hablar con conocimiento de causa.



Sus relatos sobre India, llenos de curiosidad y con ese halo de misterio, engancha y conmueve haciéndonos percibir hasta los olores, desde aquellos tan dolorosos cmo el olor de los cuerpos incinerados a orillas del Gánges con la creencia de obtener un viaje directo a Nirvana, hasta los olores de las especias e inciensos tan araomáticos que extendidos y conocidos hoy en día en todo el mundo nos llegan rápidamente a nuestros sentidos.


En su viaje a China le pasará algo parecido: se sentirá incomunicado y lejano en costumbres, pensamientos e ideología. Allí le acompañarán siempre dos periodistas chinos que no se separarán de él en todo ese tiempo, vigilando sus movimientos. Todo ello hace que China, con su cultura milenaria y la rígidez del sistema, le resulte de difícil acceso.


Su afán -y casi obsesión- de dejar constancia por escrito de casi todo lo que ocurría a su alrededor, ya que la memoria flaquea con el tiempo, y su inseparable Heródoto con su historia densa donde los conflictos entre Oriente y Occidente, las guerras entre persas y griegos, etc., esa lucha a vida o muerte, llenas de descripciones de cuerpos degollados y desmenbrados, donde la crudeza de los hechos no dan tregua al lector, hacen que este libro resulte de una dureza casi continua.`


El autor descubre qeu vive más -le interesa más- las historias que Heródoto narra que las propias vivencias y experiencias que él vive en ese momento y narra en su libro. De ahí que se vuelque más en la narración de Heródoto, anteponiéndola incluso a la suya propia.


Tiene alguna anecdota donde nos desvela su carácter confiado en que éste le juega alguna mala pasada, como en su viaje a El Cairo, donde un día un hombre en la calle de invita a visitar una mezquita y él sin más, le sigue hasta lo alto del minarete, y al llegar al último pedaño es víctima de un robo. Indefenso, baja como puede y vuelve a su hotel, viendo al ladrón los días posteriores como si nada hubiera pasado.


Otra de sus anécdotas, con cierto atisbo de gracia, ocurrió con dos estudiantes en la ciudad de Jartún, con los que se va al desierto, fuera de la ciudad, a beber unos tragos de whisqui y fumar hachís. Sus dudas y conjeturas sobre estos estudiantes y sus intenciones, creyendo que podían ser policías con intención de deportarlo y su propia inexperiencia con el hachís, nos describe sus sensaciones, el estado de ingravidez y las visiones propias del consumo de drogas. Esta anécdota, junto con el concierto de Louis Armstrong, con su conocida música y la ocasión de verlo en directo, nos da cierto respiro como lectores para adentrarnos nuevamente de la mano de Heródoto en la batalla de Darío contra Babilonia, la lucha entre Grecia y Persia, etc.


La parte de su estancia en Africa puede resultar menos densa, por ejemplo cuando habla de Senghor, poeta senegalés que vivió en París y siendo presidente de su país en 1960 organizó el Primer Festival de Artes Negras -no sólo de los africanos- que actualmente se sigue celebrando en Dakar y dura varios meses. La ciudad vive con todos estos espectáculos de conciertos, danza, teatros, exposiciones.....las calles son escenarios de montajes de teatro en el que la paricipaicón de la gente es en el acto y de forma improvisada, sin previo ensayo y donde se da rienda suelta a la imaginación. La máscara es un símbolo lleno de emociones y significado; con ellas hicieron una exposición en la que habían miles que fueron traídas de otros lugares. La filosofía de la "négritude" intenta abolir las barreras que han dividido el mundo de los negros y obtener su unidad.


Sin embargo, y no obstante esta ejemplar experiencia, su paso por Africa le resulta al autor tan duro o más que sus anteriores viajes. Las diferencias climáticas, geográficas culturales, con miles de tribus en continuo conflicto y creencias, hace que para él sea necesario evadirse de los hechos reales y sanguinarios que contempla y se adentre una vez más, junto a Heródoto, en ese pasado que en ocasiones le interesa más que su propio presente.



Paqui. Las Palmas de Gran Canaria a 5 de junio de 2011.





Lectura Mayo