miércoles, 24 de septiembre de 2014

La rubia de ojos negros


El proyecto esposa

También en Australia se escriben libros.  El Proyecto Esposa‘ de Graeme Simsion publicado por primera vez al principio de 2013 ha tenido un éxito mundial y se ha traducido a más de treinta y cinco idiomas. Ojeando las recensiones se nota que casi todas son positivas y que sus autores se deleitaron con la lectura. Enfatizan que es la primera novela del escritor del que se espera mucho en el futuro. 
No tenía más información cuando incluí el título en mi lista de propuestas para la tertulia de septiembre. Después de leer la novela no me siento decepcionado y puedo decir que yo también he disfrutado la lectura y me he reído en muchas ocasiones con las situaciones absurdas y con los esfuerzos  estrambóticos del protagonista para solucionar los problemas de su vida. No he visto mucho de la serie americana ‘The Big Bang Theory’ , porque no me gustan las series con la risa del público incorporadas, pero sé que el humor, la gracia en los diálogos se parece. El personaje Dr.Dr. Sheldon Lee Cooper es el más parecido a Don Tillman, el protagonista en esta novela.

Al principio pensaba que el tema de la novela se centraba en una persona con el síndrome Asperger y sus problemas, pero ya a partir del primer encuentro con Rosie se sabe que es una novela de amor. El título en inglés, ‘The Rosie Project’, lo indica claramente y añade el único problema para el desenlace feliz, la condición del protagonista. Me di cuenta de que no podía esperar grandes pensamientos o reflexiones del libro y me propuse simplemente gozar de la lectura como con las previsibles novelas policíacas o de suspense en las que al final casi siempre atrapan al malo. De las historias de amor se sabe que terminan normalmente con el feliz encuentro de los amantes, y el lector lo anhela y se alegra por los obstáculas superados.

El único tema de cierta trascendencia en la novela podría ser el trato del síndrome de Asperger. Simsion no lo describe como una enfermedad, sino como otra forma de ser, de existir. Y, lo más importante, Rosie quiere a Don aceptando su manera distinta de ver el mundo y ella interpreta sus esfuerzos de eliminar los rasgos más robóticos de su vida como muestras de su amor hacia ella. Pero Don también le gusta por su ser diferente, por su falta de habilidades sociales. Dos ejemplos entre muchos para esto: Cuando Don dice “Pero entender lo que desean los demás no es mi fuerte” contesta ella: “Dime algo que no sepa”. El se lo piensa rápido y explica: “Hmm… Los testículos de abejorro y de la araña tigre estallan durante la cópula.” Rosie se echa  a reír y al final le acompaña: “No puedo permitirme ir a Nueva York, pero tú no estás seguro solo.” (p. 186). El segundo ejemplo está ya más cerca del ‘Happy End’. Don intenta cambiar su conducta con lo que aprendió de las películas de amor, pero ella no está contenta con este giro. Dice: “Dame un minuto para pensar” y empieza a reírse cuando ve que él automáticamente pone el cronómetro de su reloj.

En este contexto se puede encontrar un mensaje escondido del autor Graeme Simsion. A Rosie le gusta el protagonista porque es divertido, es inteligente y desarrolla habilidades muy de prisa como lo de los cócteles y de bailar. Con él nunca sabe cómo acabará la conversación o el día y la vida se hace una aventura. Lo más importante: Por su forma de ser siempre es sincero y no sabe aparentar. Cuando él se da cuenta de que Rosie es la mujer de su vida, moviliza toda su existencia para convencerla de que el amor es recíproco, de que él también puede amar.

El autor cuenta toda la historia por la perspectiva de Don Tillman, en primera persona. Esto obliga al lector a ponerse en su lugar, a entender su lógica y su manera de vivir. Acabamos comprendiendo que el protagonista con todos sus defectos es un personaje extraordinario y simpático hasta adorable y ser o pensar distinto a veces es una ventaja en nuestra vida.

Stefan, Las Palmas de G.C.  24 de septiembre de 2014